Oportunidad

No tuvimos que hablar, sólo nos cogimos de la mano y empezamos a caminar. Solo nosotros, nadie más, no importa el mundo porque el mundo está en tú mirar, en ese brillo que ilumina mis noches y es mi espejo al despertar. A nadie podíamos explicar lo que ocurría sin remediar, el amor existía de verdad y nos acompaña sin más, habita en nosotros de una forma natural. Tan natural que con el quisimos jugar y una lección de vida nos vino a dar y aún tardando en reaccionar, otra vez nos vino a abrazar y enfadado con nosotros nos hizo mirar a atrás, para que viéramos el tiempo que perdimos por jugar a no amar y aprendimos que con el, si se puede perdonar.

Quiero

Quiero que me tomes en la noche, hazme tuya sin reparos, que me abandone la cordura en una noche de caricias, que me doblegues con tú fuerza, sabes bien que soy hembra salvaje, hazme morder la almohada y que me ancle a mis sábanas para no caer al vacío. Quiero verte perder la mirada, cuando el deseo de paso al placer. Que tús manos torneras de mi cuerpo, me hagan perderme en el infinito, que tu lengua juguetona me haga estremecer y que nuestros gemidos despierten a la luna, que abrumada, observará con recelo tras la cortina de la ventana.

Penumbra.

Ansiando el momento de volver a tenerte, me sumergí en mis recuerdos, esos que me mantenían despierta toda la noche.
El perfilado contorno de tu cuerpo se alía con la penumbra, dando lugar a la justa insinuación, no puedo más la ansiedad se apodera de mí, me lanzo cual fiera, mis labios amortiguan la necesidad de devorarte, mi lengua pasea libremente por las estancias de tu cuerpo y mis pechos se excitan junto a los tuyos.
Estos cuerpos sucumben al latido inferior que habita entre muslos y que acompasados,  siguen un ritmo constante de intensidad variable que los eleva al máximo placer, para decaer exhaustos,  en el más absoluto estado de ensoñación. Con las manos entrelazadas acogeremos a la mañana y reavivados por nuestros recuerdos ansiaremos el momento de volver a tenernos.

Enamorada.

Atrapada.

Como no pensar de sí, que es una perturbada mental, si tiene la capacidad de retorcer la realidad, creando sufriendo y machacando al mundo por ello.
Distorsiona la realidad de sus propios argumentos, creándose unos celos tormentosos y miedos demoledores, esto no es más que el miedo a perder lo que quiere, agarrandolo equivocadamente y destruyendo lo que posee cada día más, con sus elucubraciones tortuorias.
La baja autoestima y dependencia de quien ama, la lleva a ironizar en sus actuaciones, haciendo insoportable la convivencia con ella y alejandola de los demás. Lo peor de todo es que es consciente de ello y no lo puede dominar, de ahí que se cuestione su salud mental.
Igual que de una niña caprichosa se tratara, mientras consigue lo que quiere es feliz y su mundo es rosa, cuando no, es el turno de su retorcida mente, se pone en funcionamiento la maquinaria de inventar y modelar la realidad al gusto de su sufrimiento.
Tarde o temprano perderá lo que tiene, si no aprende a valorar lo que posee en ella y en los otros que le rodean.
Se le hace imposible cambiar, sólo de pensar que algún día aquél a quien ama marchara, se desata en ella esa ansiedad galopante que intenta controlar la situación, la cuál no existe, todo está en su cabeza, creando así desconfianza y mala relación.
Casi a diario descontrolada, intenta disimular la situación atrapándola entre sus manos, apretando tanto el puño que ahoga a quien sostiene, llevando a la muerte lo que quiere.
Tristeza de sí,que viendo su hecatombe no es capaz de reaccionar.

Post

El pincel de mí cuerpo.

Y basándome en tu recuerdo, no se si real o imaginado voy acariciando mi cuerpo, lo recorro sin reparos estas en mí y mis manos son tús dedos, cerrando los ojos me transporto a tu olor y el placer me hace estremecer entre mis sábanas, mis piernas incansables se despliegan al placer, mis muslos arden y mí abdomen se contrae, mis manos siguen pasajeras por mi ser haciéndome estremecer... y serás tú, si tú el que despierta mi pasión.

Pensar de una mujer sin hombre.

Debe ser que existe el enamoramiento, sólo por dar una explicación.
Ya estoy cansada de ser lo fácil en tu vida, de luchar a diario contra las tentaciones que me dan otras expectativas de felicidad, de la sequedad de boca que producen mis pensamientos de lo fuerte que hablan.
Tus escusas son solo la forma de angustiar más la realidad, el envoltorio dulce de un veneno que ocultas, que quizás ni tú te atrevas a soltar.
No es hombre quien daña a una mujer por despreciarla, por ser su escusa de la parte fácil. Cuídate mucho de que lo fácil se te vuelva difícil porque entonces será tarde, será que sucumbió a quién la perseguía regalándole el oído y aunque sabiendo que es un embaucador la hizo sentir mujer, tanto que nunca volverá a desperdiciar un rato de su vida contigo y es ahí  cuando verás lo realmente insignificante que eres, ya no tendrás el sustento de quien te ensalzaba ante los demás.
Realmente crees que soy lo fácil, analiza tu vida y mira en que se queda sin mí....oh! Sorpresa, parece ser que soy tú sostén y tú lo más cobarde, incapaz de valorar a tú mujer.
Tanto afortunado observando el premio del vecino y barriendo el suyo al jardín de enfrente, triste realidad que no acertamos a cambiar.
Grito del pensar de una mujer, que escucha tímidamente a su corazón ahogarse.

Esto es tan fácil como mirarte.

Acercate a mi y haz de ésta que te mira tu desahogo, perfila el contorno de mi cuerpo con tus labios para seguidamente soplar dulcemente sobre muy piel húmeda y ver como me estremezco. Aprieta fuerte ahí donde arde mi cuerpo y prendete conmigo, ayudame a vencer este fuego para sentir la agradable sensación de sentir tus brazos cuando ya mis piernas no me sostienen, exhausta por la energía de la pasión. Pierdo el control y aparece la desverguenza, que me asusta a la vez que tanto me gusta.
Y siendo tan fácil como mirarte, como será el tocarte.
Mermame con tu fuerza, deja que grite mi interior, que sude mi alma y que explote mi yo, arrastrame con esta pasión que nos envuelve en sabanas de algodón y que empapan nuestro sudor, hazme tuya por favor que me consume la sin razón, bendita locura que me descubre tu cuerpo desnudo y armado de amor, fuera verguenzas que coartan deseos...,oh! fuego de amor, que desbocados nos tiene a dos.

Ella duerme.

Uno no puede obligarse a dormir cuando el corazón palpita, ojos que cerrados miran al alma y necesitados de luz, miran parpadeantes al oscuro vacío, buscando el reflejo de los ojos del que ama.
El tic tac del reloj consume los segudos de tu respiración que lentamente languidece consumiendo los minutos y pareces apagarte  y es cuando refresca tus pulmones el suave aroma de su insinuante perfume, que de forma estratégica puso para tenerte a su merced.
Tus párpados que casi vencidos se vuelven a levantar y el ritmo de tu canción favorita vuelve en tu interior a sonar, vaivenes que el sueño no puede domar y es que al sueño no le podemos obligar.

En la noche.

Con permiso.

  Si el silencio de la noche me da permiso te daré las buenas noches, estrenaremos sueños y acariciaremos suavemente historias pasadas. Nos sumergiremos en caricias, las sábanas envolverán nuestros besos y la luna ruborizada nos alumbrara desde la ventana.

Las estrellas juguetonas nos miran con sigilo, sorprendidas de éste amor brillan aún más. 

Y si el silencio de la noche nos da permiso, nos rendiremos a la madrugada, dejando nuestros cuerpos exautos a merced de la mañana.

Fuego.

Cuando la noche se abre camino entre las llamas de la sin razón, dos corazónes arden y se consumen de amor.
Las estrellas sudan ardor y el brillo de la luna se desvanece entre pasión.
Las brasas crujen entre gemidos de amor y los corazones palpitan galopantes,  ante la insistencia del silencio.
Cuerpos desnudos que entre cenizas llegan al amanecer y despiden a la noche que insiste en volver.

Esta mañana.

Hoy se me olvidó decirte que te quiero, que eres lo más preciado para mi, que cuando sonrío es que tu recuerdo está en mi mente, que sólo tú, provocas que vuelen mariposas en mi estómago y ya es raro tener mariposas en el estómago.
Hoy se me olvidó decirte que te quiero, que sin ti no quiero dinero, no sueño,  no quiero palabras de amor, porque sólo tú eres mi amor.
Hoy se me olvidó decirte que te quiero, que eres color en mi vida y música en mi sueño, que sólo tu eres mi amor sincero y por esto, te escribo y grito al viento que sólo a ti, te quiero.
Hoy ya, te dije que te quiero, mañana volveré a sentirte y repetire, te repetire que te quiero.

Diferencia

Despierte!

Me castigas con tu indiferencia a la vez que reclamas mi esencia, cual absurda me haces sentir, vienes, vas, sin ninguna motivación aparente, más sólo lo que diga la gente.
Justificas sin parar, caso innecesario si amaras de verdad. Fiscal de tus actos no quiero ser, que si en tu regazo amanecer.
Poeta de mis sueños, general de muy despertar, terremoto de mi interior, sosiega este cuerpo que necesita de tu amor.
Eres alma perdida, no sabes que quieres, amo y señor del mundo no eres.
Piedra que le haces tropezar, no te apartes que necesita despertar, ¡bosteza realidad!, que en ese sueño solo se queda ya.
La diferencia está en el despertar, puede que mañana no te espere más o quieres seguir volando dormido, solo, sin alas y sin sentido.