La cara del mal

Ella era mala por definición, si buscabas ruin en el diccionario, te pareciera ver su imagen pasearse por tu cabeza. La avaricia también es su sinónimo y la palabra bastante no entra en su vocabulario sin la compañía del nunca es... Siempre se mofó del peor parado y le encanta hacer leña del árbol caído. Crea perfectas armonías para adular a sus presas y tenerles donde ella desea. Miserable hasta en el querer, no sabe querer y sin embargo piensa que le quieren.... Claro, siempre habrá quien. Si te la encuentras no la mires y sobretodo no la escuches o te atrapará con su canto de sirena. Ella es un ser detestable y lo peor de todo es.... Es que yo no soy quien para criticarle porque un día yo, yo también fui su presa.

La envidia de la maldad.

Se instaló en la soberbia y se hizo una persona mezquina. Su alma corrompida tentaba al diablo, que con un sutil susurro al oído le ordena y manda sin dilación. El mal se casa con la envidia y se engordaba con su ira. Tanto mal acumulado para que...para que al final de sus días caigan las miserias en saco roto y las falsas dichas vuelen al pozo ciego de la desconsolación y los llantos sean inquilinos del corazón evaporándose todo signo de amor. Ahora en soledad ni el diablo te viene a buscar, mal de algunos necios que tú te quisiste comprar.

Irrefrenable tiempo

El paso del tiempo es demoledor, te consume frente al espejo y si no pasa, aun peor. Y si bien el odio no mata, consume lentamente, creando espirales de dependencias y maldad. Anhelamos la efímera felicidad, queriendo abarcar tanto que de entre los dedos se sabe marchar. Nos sentimos importantes, sin nada que enseñar. Somos pequeños grandes necios y ciegos al mirar. Nos creemos bien nacidos y aprendidos, pero nunca agradecidos. Nadie nos tiene nada que enseñar y mentimos diciendo que queremos madurar, madurar ...madurar, que susto da. Preferimos ser frutos verdes sin nada que aportar, piedras en un camino que nosotros mismos debemos pasar. Quien teme al tiempo, le asusta su verdad, reflejo en su espejo con puñales de realidad. Nunca dejes de ser quien eres por un reflejo vano de irrealidad, que se alimenta de mentiras y que nunca saciará, dale tiempo al tiempo, déjate mirar, crece y aprende.