martes, 29 de julio de 2014

Lo que el interior esconde.

¿Cómo resumir una vida en primera persona?. Un día cualquiera me surgió la necesidad de hacer esto, no se que contar, ni que decir, así que seré yo, ni mejor, ni peor, sólo yo, eso sí, con muchos errores. Empezaré por mí infancia, si... Siempre fui una niña retraída, regordeta y muy rubia, me avergonzaba relacionarme, temía que me contestaran mal y sentirme atacada, no se si esto era por mí...o por mi madre, una pobre mujer que volcó sus frustraciones sobre sus hijos. La verdad es que yo, a ratos, me sentía una niña feliz, me encantaba recrearme en mis historias, las cuales, nunca  salían de mi mente, ellas jugaban en mi interior, yo las disfrutaba y hablaba en voz alta, casi siempre sola, claro. Mis historias me trasportaban a un mundo en calma, donde no había lloros, donde el corazón no se encogía y se razonaba, es raro no recuerdo ninguna en concreto, pero sí que cantaba y eso no siempre es bueno, cantar, muchas veces cantas para evadir la realidad y ocultar tu verdadero sentir. Me sonrío al recordarme apoyada contra un mostrador de carnicería, mientras mi madre compraba, con la mirada perdida en un pollo, sí, en un pollo y de carnicería ya podéis imaginar, mientras le hablaba y le contaba mis historias......¡tuve complicidad con un pollo desplumado!, entonces alguien se percató de ello, podéis imaginar mi color, rojo incandescente, al verme descubierta por las gentes del mercado, mi madre me tomó de la mano y no dijo nada, sólo salimos del mercado. Así, discurrían los días, entre mi timidez y mis historias. Me gustaba destacar en lo su hacía, pero la verdad es que casi nunca lo conseguía, sin embargo era líder de mis amigos, claro que ser líder de los marginados es un poco confuso, pero eran mis amigos y con ellos me pateaba las calles, me bañaba en la playa, jugaba a la pelota y un sinfín de cosas más. Un día casi sin esperarlo, me hice mayor y no entendía porque y por que mi vida tenía que cambiar, pero mi madre así lo decidió,  aún ahora sigo sin entenderlo, ahora con más motivos, sólo me quedaba mi imaginación y poco a poco un montón de obligaciones y trabajo, al carajo con los estudios, ahora tocaba traer dinero a casa. Recuerdo que con esa edad todavía era muy frecuente oírme hablar sola y disfrutar de mi imaginación, empezaba a sentirme distinta, necesitaba de lo que yo sola no me bastaba, hasta que un día me enamoré, yo, que había luchado contra ello durante mucho tiempo, por no querer ser la antítesis de mis historias. La realidad del desamor de mi alrededor, me tenía los ojos muy abiertos, aún así, la ley de la naturaleza me tocó y me tocó de lleno. Sin darme cuenta, poco a poco deje de abstraerme con mi imaginación. Durante un tiempo no necesité hacer uso de mi fantasía, hubo en mí un clic, que me transformó casi en otra persona, sin duda no tenía cabida para nada más. Era algo curioso, mi imaginación estaba aletargada pero yo era inmensamente feliz, éramos inmensamente feliz, los dos. La verdad es, que no tengo ni idea de como se enamora el resto del mundo, pero si se parece a lo que yo sentí en aquellos tiempos, todo el mundo sin excepción debería estarlo alguna vez, nadie debe perderse sentir ésta sensación tan maravillosa. Mi enamoramiento pasó y dio paso a un querer racional pero apasionado, regalándonos unos hijos excelentes. La vida, nuevamente me traía historias a mi cabeza y con ellas me evadía de extrañas sensaciones, las cuales no identificaba, pero mi mente necesitaba de historias para sentirse un poco niña otra vez. Algo estaba cambiando... y a mí, se me escapaba. Tarde mucho tiempo en identificar lo que ocurría, mi vida se había convertido en una tremenda soledad en compañía, con la única evasión de mi imaginación. Tremendo infierno de llantos solapados contra la almohada, sueños rotos y mentiras. Años perdidos e irrecuperables, mientras los signos del infortunio se acrecientan en mi cara, aparcando la felicidad en pro del bienestar de los hijos. Los miedos y la ceguera voluntaria, hicieron de mi y mi familia unos muertos que respiraban mecánicamente. Hasta que un día dejé de respirar, me rompí y fue entonces cuando desperté del letargo, de la auto destrucción, miré a los ojos a mi esposo e hice algo que hacia años no hacíamos, hablar, hablar de sentimientos y escuchar, escuchar para entender y ahí encontramos el principio de un complicado camino, con vistas a un hermoso final. Las educaciones arcaicas, basadas en respetos que coartan sentimientos, habían provocado la más terrible infelicidad a mi esposo, que amándonos con fuerza, no supo evitar hacernos daño, refugiándose en la lacra de la humanidad y llevándonos a todos al infierno. Una vez con conocimiento, sabiendo de la fuerza del amor y la complicidad recuperada entre nosotros, la lucha comenzó, fue larga y dura, en ocasiones sangrante y complicada, con un final  a largo plazo lleno de nuevas ilusiones. Nuevamente volví a fantasear con mi mente, a evadirme a ratos, pero ahora era diferente, ahora tenía ilusiones y soñaba despierta , soñaba de la mano del recuperado y maravilloso amor de mi vida. La mente es tan sabía y selectiva, que sabe que guardar y que olvidar, por tanto, hoy por hoy, solo se que despierto junto al hombre de mi vida, que disfruto de charlas en familia, que reímos juntos, que sentimos juntos... y ver los ojos de felicidad de mi hija cuando su padre se acerca y me besa, ese instante, ese, ese no tiene precio.

jueves, 24 de julio de 2014

La fuerza de la ilusión.

Cada mañana, al despertar le observa ensimismada, son sin duda una pareja peculiar, pero el amor no entiende de paralelismos en los cuerpos. Él y su natural forma de moverse, le hacen sin saberlo, dibujante de sonrisas y hacedor de sueños. Ella se sabe enamorada, el brillo en su mirada le delata, con tenerle a su lado se siente dichosa, no le cuestiona, no le pregunta por sus sentimientos y aunque le asalten dudas, disfruta de esa sensación, cuando él la ama libremente y se produce esa mezcla explosiva de reacciones y contrates que provocan un placer infinito, sintiéndose ama y señora de todo y por completo de su ser. Él es un hombre tranquilo y con don de gentes, ella es soñadora e inquieta y ha de ser así, porque el mundo es de los que sueñan y ella lo hace con tanta fuerza que los hace realidad, traspasándose esa fuerza en sí, para poder tomar a él de la mano, saltar obstáculos y crear ilusiones para juntos poder soñar.

miércoles, 23 de julio de 2014

En la ventana

Tenía una ventana favorita por la cual le gustaba asomarse, desde ahí, observaba al mundo y le preguntaba al aire que iba a ser de ella ese día. No tenía hora, momento o situación, cuando necesitaba se asomaba. Los días de ligero viento eran mágicos para ella y si eran fríos mejor, contaba casi en voz alta lo que le ocurría y el viento le contestaba con su frío silbido, rozandole la cara y susurrándole al oído. Había sido una muy muchacha tímida y en ocasiones retraída, por una educación falta de enseñanzas en el amor propio. No podía evitar trasmitir su debilidad y siempre había quien se mofaba o se aprovechaba de ella. Los corazones nobles suelen ser los más tímidos, pero no son tontos y cada vez que le hacían daño corría hacia su ventana y lloraba, aveces tímidamente y otras a grito. Cuando sus desequilibrios eran muy evidentes siempre  había quien le recordaba que no estaba sola, pero cuando lo ocultaba tras una sonrisa y aparente normalidad, solo le quedaba su siempre fiel ventana. Ayer por la mañana le contó al viento lo que le pasaba, estaba muy triste, pues su ventana le dejaba, era decisión de terceros, de burocracia y banqueros, ella lo contaba ... y el aire no le calmaba, la separaban de su ventana, la que le presentaba el mundo por las mañanas, la brisa parecía enfadada, soplaba con fuerza y la despeinaba, le aturdía y mareaba, se agarraba con fuerza al quicio de su ventana y oyó que se quejaba, la ventana lloraba, ya no le enseñaría más las mañanas, no habría más confidencias entre amigas, la ventana rabiaba y lloraba desconsolada. Ella enloqueció y le gritó, "ya no llores ventana, que para mi no hay mañana" y el viento se calmo y ya más nada se oyó. Hoy la casa está vacía, nadie mora sus habitaciones, pero todos dicen ver... una linda mujer asomada a la ventana.

Grito mudo.

Aveces es necesario gritar al viento, para que nuestros miedos viajen lejos con él. Pero un nudo en la garganta no te deja hacerlo y te ahoga más, intentas tragar saliva y no puedes, tu sensacion de ansiedad aumenta... quieres gritar y no puedes, te tocas el cuello, cierras los ojos y piensas... Si grito pensarán que estoy loca, menos mal que no grité. Nos conformamos y a duras penas nos tragamos nuestro grito que se convierte en la carcoma interior de nuestro yo. Quizás desde pequeños nos deberían enseñar a gritar, sin miedo al que diran y así de vez en cuando todos soltariamos un grito fuerte y seco que nos ayudaría a rebajar tensiones. Un cariño muy especial para los gritos mudos que luchan por salir a volar.

miércoles, 2 de julio de 2014

Para mi niña preciosa

Quien sabe de nosotras, sabe que hoy es un día importante, hoy es vida, tú vida. Y en esta vida cada día me asalta la misma pregunta, ¿sera feliz? Quizás, porque te quiero no puedo evitar pensar en ello.

Para mi es un regalo el poder dedicarte mi tiempo, el organizar mi vida en torno a la tuya, de que formes y seas parte de mi vida.

Se que es imposible sonreír a todas horas pero no me canso de intentar que tu lo hagas, porque tú sonrisa hace posible mi felicidad y mi felicidad convive en cada rincón de tu sonrisa.

Sólo deseo que la vida te permita la felicidad y te valore todo el esfuerzo depositada en ella. Muchas felicidades mi Isabel-la.