martes, 9 de diciembre de 2014

El dueño de mí secreto

Poseedor de mí sueño y amante de mí cuerpo, solo tú sabes tomar mí secreto y provocar el placer fuera de los dominios de la razón. Guerra constante entre latidos, suspiros y pasión. Creo volverme loca, cuando tus dedos me tocan, pierdo el sentido, sí me susurras al oído. Tus manos desatan mí locura, sí me tocas a oscuras, tus dedos sigilosos me devuelven a la cordura. Besos mojados en boca de enamorados. Dueño y señor de mí secreto, que tuyo lo haces, que cuidas y honras con amor, porque solo así un secreto puede ser de dos.

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